El Sol Negro

Chile pierde con Perú 0-3 en la semifinal de la Copa América 2019 en Brasil. Bien ganado por los del Rímac. En la prensa aparece una nota que vincula los eclipses con derrotas de este tipo para la Roja. Ahí estaría la explicación para la aplanadora que nos pasó por encima el equipo de la franja. 24 horas antes, la selección de fútbol de Argentina había sido vapuleada por Brasil. En el terminal de buses de La Serena, el público festeja los goles amarillos como si fueran nuestros. El terminal de buses está repleto de gente que viene llegando desde diversos puntos a abordar buses que los devuelvan a casa tras presenciar el espectáculo de la naturaleza. En la Ruta 5 las demoras son de 4 horas extra promedio para los viajes. En la cara de las personas hay algo de molestia por la espera. No tanta en realidad. Lo que habían presenciado hace un par de horas seguía fresco en su memoria. El cosmos permitiéndonos un asomo de menos de tres minutos a un fenómeno que desde tiempos inmemoriales sorprende al ser humano que mira al cielo. Los más complicados en el terminal de buses de La Serena son los extranjeros. Especialmente los de origen oriental. No pueden entender que nadie les diga a ciencia cierta desde qué andén y a qué hora zarpará su bus. No hay orden de llegada y menos de salida. La explicación para el colapso: los visitantes llegaron a ver el eclipse de forma dispersa durante varios días previos. En cambio, la salida es en masa. Todos al mismo tiempo. En avión, en bus, en auto. Parece el final de un Año Nuevo en Valparaíso en la década de los noventa, antes que cada municipio de Chile quemara su dinero por separado con espectáculos pirotécnicos. Nadie se queja. En realidad acá están todos medio en trance tras ver el sol apagarse de apoco y teñirse completamente de negro durante un rato. Una sombra que cubrió todo y que hizo caer la temperatura de forma brusca. Aves que vuelan confundidas. Perros que entran a sus casas. En Valparaíso, el panorama es menos febril pero hasta el menos blando se sobrecoge con lo que ocurre en el cielo. Hay reclamos porque no hubo lentes protectores para todos. En las ferreterías se agotaron los vidrios para soldar. En la costanera de La Serena el ambiente es festivo. Los restoranes cierran porque vendieron todo. En el estadio La Portada, habla el científico rockstar José Maza y en las pantallas se muestra lo que millones de chilenos siguen por la televisión. La ciudad resiste de buena forma el embate del turismo astronómico que trajo gente de todo el mundo y de todo Chile. Vuelve la luz del sol. Nos salvamos. Nuevamente.