A escasos metros de la meta del Rally Dakar 2014, en pleno barrio histórico de Valparaíso, la realidad dista mucho de lo que quisieran las cámaras oficiales y el alcalde: la basura de acumula y el lado menos atractivo de la ciudad sigue en evidencia, ajeno a los motores y el glamur de la famosa prueba internacional que también ha sido cuestionada por su impacto medioambiental y patrimonial.