Profesores sin recreo

Los profesores chilenos comenzaron junio con un llamado a paralización que tras ser ampliamente acogido en el sistema público de educación mantiene al cierre de esta edición a cerca de un millón de estudiantes sin clases. El petitorio que sostiene el paro se basa en 12 puntos que recogen demandas históricas de los docentes, entre las que se cuentan: el pago de una deuda previsional histórica, agobio laboral, doble proceso de evaluación docente y cambios curriculares recientes que apuntan a eliminar la obligatoriedad de ramos como historia y educación física. El foco de las críticas ha estado puesto en la ministra de Educación Marcela Cubillos, quien ha desplegado una intensa campaña para convencer a todos –especialmente a los padres- que los proyectos oficialistas sobre seguridad en los colegios y admisión son buenos. Claro que su campaña, al menos entre los profesores, ha sido mayoritariamente rechazada, sumándose recientemente la amenaza de una acusación constitucional en su contra. Pero en Valparaíso, aunque el paro abarca a decenas de establecimientos, lo que mayor impacto ha generado fue una histórica marcha que trajo a la ciudad a cerca de 30 mil docentes venidos desde Santiago y otras comunas. En esta crónica, postales de una jornada masiva y casi sin incidentes en la que los profesores no le hicieron caso ni al frío ni a la llovizna, caminaron por la Ruta 68 y la avenida España e hicieron debutar a la avenida Argentina y su amplio bandejón central como lugar para concentraciones masivas. Es de esperarse que su proximidad al Congreso haya permitido que los parlamentarios escucharan sus demandas y abran caminos para una salida al paro que tiene a 80 mil profesores hoy sin tiza ni cotona pero con una gran convicción.