Lo que comenzó como un incendio forestal cerca del Camino La Pólvora, se convirtió en el peor siniestro de la historia porteña.
Cerca de las 19 horas quedaba en evidencia que las noticias serían cada vez peores.
Cae la noche y los porteños no pueden creer el sobrecogedor escenario que deben enfrentar.
Al decretarse el estado de excepción, los militares se desplegaron por las calles del Puerto.
El decreto también obligó al cierre de locales nocturnos y botillerías, como los de la Subida Ecuador.
Años de esfuerzo en barrios levantados a puro pulso y que en cosa de horas se hicieron humo y cenizas.
Desesperados por el avance de las llamas, los vecinos intentan sacar lo que puedan de sus viviendas amenazadas.
Diversos establecimientos de la ciudad fueron convertidos en albergues para los más de 2 mil damnificados.
