La casa de nadie

Si usted no sabe que cerca de 8 mil trabajadores de Homecenter Sodimac están en huelga desde hace casi un mes es porque está viendo mucha tele y la tele no ha contado nada de esta movilización laboral. Si se enteró, fijo que es por lo que leyó en redes sociales o porque vio afuera de alguna de sus tiendas a grupos de personas manifestándose. El sindicato pide un 7% de reajuste más un bono de término de conflicto de 500 mil pesos. Sin embargo, la empresa ha puesto como techo a su oferta el 3,5 por ciento. Y aunque podría tratarse de una huelga más en un país donde la relación entre trabajadores y empleadores es asimétrica por donde se le mire, lo cierto es que este proceso ha tenido varios puntos que la hacen más llamativa. Y es que la paralización corresponde a la primera huelga en toda la historia de la empresa controlada hoy por Falabella, uno de los principales actores del retail chileno. Además, el caso ha generado un interesante debate acerca de la invisibilidad de la huelga en los medios masivos donde Homecenter es uno de los principales avisadores. El dinero en juego (que es mucho) ha cubierto con un manto de silencio el interés periodístico sobre la situación, generando numerosas críticas que han ido desde parlamentarios hasta el propio Colegio de Periodistas, pasando obviamente por los trabajadores movilizados que han hecho lo imposible por estar en los noticieros y diarios, sin mucho éxito hasta ahora. El tema no es trivial: Homecenter Sodimac (“la casa de Chile” según su eslogan) auspicia a la selección nacional de fútbol y es uno de los principales aportantes a la Teletón, dos de los quizá últimos espacios donde la población nacional se une sin mirar diferencias socioeconómicas o de otra naturaleza. El daño que se ha generado sobre ese discurso ha sido reconocido (aunque indirectamente) por el propio Mario Kreutzberger (Don Francisco). Según los propios trabajadores, las ventas de los locales ha caído en picada desde que comenzó la huelga y podría seguir cayendo de cumplirse la promesa de éstos de endurecer su posición y bloquear accesos a las tiendas. Incluso se anunció el inicio de a lo menos una huelga de hambre, a pocos días del inicio de la Teletón y a solo horas de que se anunció que no se pagarían los días no trabajados e incluso se marginara a los hijos de trabajadores movilizados de la tradicional fiesta de Navidad organizada por la compañía. La empresa además hizo público un patético video en el que la gerencia de la firma -flanqueado por una complaciente plana ejecutiva- llamaba a ser “buena onda” y acoger a los trabajadores que quisieran bajarse de la movilización. Toda una muestra de desconexión con la percepción ciudadana del proceso. Los memes no hicieron esperar. La negociación, hasta el cierre de esta edición, seguía en punto muerto. Así las cosas, Homecenter Sodimac amenazaba en convertirse en una casa vacía, símbolo de la escasez herramientas que la actual legislación ofrece para evitar los perjuicios sobre los trabajadores cuando se llega a este punto de no retorno. Una lástima.