Porteños Parados

Un colega lo dijo en tuiter: no se sabe qué es peor, que el puerto de Valparaíso esté paralizado o que los porteños ni siquiera se den cuenta que el puerto está paralizado. La movilización de los trabajadores portuarios “eventuales” (es decir que trabajan sólo por turnos en los muelles, sin una relación contractual de largo plazo con las empresas para las cuales laboran) reclamando un nuevo trato, ha puesto en jaque el negocio portuario en Valparaíso, justo cuando el modelo logístico está siendo sacudido por novedades reglamentarias en materia de control de la carga. Súmele los inminentes proyectos de desarrollo portuario, la fuga de cruceros y cargueros a San Antonio y el concurso público sobre el futuro del sector Barón. Se configura así una suma de factores que han puesto al borde costero porteño en el centro del debate. Pero no sólo los trabajadores portuarios han salido a manifestarse por las calles de Valparaíso. También lo han hecho los funcionarios públicos, tanto del nivel central como de los municipios. Los motiva la necesidad de hacer presión en el contexto de la negociación por el reajuste de sus sueldos. Como en todos los años anteriores, el gobierno ofrece poco (la inflación acumulada y un poco más) y los empleados públicos piden con “el tejo pasado” intentando mejorar condiciones laborales en medio de denuncias por despidos injustificados. Tampoco han faltado las manifestaciones por el homicidio de Camilo Marcelo Catrillanca Marín, comunero mapuche muerto al recibir un tiro por la espalda por parte de un funcionario de Carabineros. Así las cosas, diciembre encuentra a Valparaíso bajo un intenso uso de su espacio público para protestar, eso sí bajo la atenta mirada de una policía cuestionada y justo cuando las plazas ya se llenan de ferias de Navidad prefabricadas donde sí es posible ver a los porteños que no pescan mucho las protestas pero sí se muestran interesados en luces, adornos y regalos, todos productos chinos que atravesaron el océano Pacífico y llegaron en contenedores a través del mismo puerto principal que hasta el cierre de esta edición (2 de diciembre) permanecía parcialmente cerrado en medio de un conflicto que se espera se destrabe antes de la temporada alta portuaria que llega con el verano.