Comercio, comida, salud: imanes que atraen a los chilenos a la ciudad peruana.
Un paro de transportistas mantuvo bloqueada la ruta.
Miles debieron caminar más de 40 minutos para entrar o salir de Perú y Chile.
La opción durante varios días: el tren que hace pocas semanas volvió a recorrer la frontera.
Pero sólo es un vagón: los pasajes se agotaron rápido.
Edificios de ladrillo, ópticas, dentistas y restoranes se toman el paisaje tacneño.
Pero donde se concentra la acción es en los mercados.
En los mercados más tradicionales se puede observar prácticas adivinatorias ancestrales.
Perú eligió presidente a Pedro Pablo Kuczynski, quien derrotó a la hija de Fujimori, Keiko.
En apariencia y en conversaciones fugaces, para los tacneños todo sigue igual.
Francisco Bolognesi, héroe clave de Perú, murió en la toma del morro de Arica y está presente en todo Tacna.
Es una ciudad seca y a ras de suelo, pero cuida sus plazas y parques.
Así se celebra el día del padre en un colegio de Tacna.
Todos felices con sus tradiciones.
Pero al mismo tiempo, la tecnología se roba la atención de los niños. Igual que acá.
Ciudad para recorrer en micro.
Un pequeño es preparado para viajar en el tradicional aguayo andino.
La economía luce dinámica, pero al igual que en todo Latinoamérica, la pobreza se asoma.
Pero sobre todo se trata de una ciudad habitada por gente trabajadora.
La noche de Tacna ofrece panoramas para locales y visitas.
Un taxi a cualquier punto de la ciudad cuesta 4 soles. 800 pesos. Ni Uber.
Comer es un verbo que suena bien en Tacna. La diplomacia culinaria funciona.
Tacna aprovecha su cercanía con Arica y se convierte en un atractivo polo comercial.
